Si, Ponle nombre a mi cama,
Esa que alguna vez besaste hasta tu éxtasis,
Ponle nombre a las figuras que me hiciste con tus manos,
A ese montón de sonrisas que botaste,
Que desperdiciaste al callar tu silencio.
Ven y vamos a ponerle nombre a nuestras caricias,
Inventemos un mundo que no tenga cordura,
Solo caricias que nos inciten al amor vulgar,
Vamos y cerremos la puerta que le abrimos ocasionalmente al viento,
Ese que te meneaba el cabello y hacia de mi un foco chillón,
Tan fastidioso y necesario a la vez...
Salgamos de aquí y cantemos miradas a la luna,
Vayamos y preguntemos a la noche el porque de su rencor,
Porque se enfrasca tanto en opacar y empobrecer tu luz, Vamos amor a ponerle nombre a nuestra cama,
Esa que tanto te dio por probar,
Y que tanto pediste por besar,
Caigamos en la tentación de acariciarnos con besos,
Y a tratar de nombrar aquello por lo que nunca quisimos perder... Mi cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario